La declaración sobre la vejez Por Eli Siegel

El Realismo Estético ve a la vejez como a todas las otras edades. El deseo de una persona de ochenta de gustarse a sí misma y del mundo, es tan intenso como cuando tenía ocho, diez y ocho o veintiocho años.

Otra cosa que debe decirse es que la realidad es siempre nueva; y que la desgracia más grande en cualquier persona, no importa quién sea o su edad, es no ver a la realidad como tremendamente nueva, sutilmente sorprendente y deslumbrantemente fresca. Es fácil sentirse aburrido a cualquier edad; y el sentirse aburrido es una de las formas más sutiles de la arrogancia. La declaración hecha por Miranda en La Tempestad sigue siendo cierta, y debería recibir una tormenta (o si no una tempestad) de aceptación.

El Realismo Estético dice que toda la gente no está suficientemente interesada en la realidad. El debate entre el interés en uno mismo y el interés en la realidad, no ha sido lidiado bellamente todavía. Es muy claro que el interés en nuestro ser es más urgente y, por lo tanto, triunfa más y ha ganado más. Cuánto una persona podría mantenerse alejada de algunos de los significativos terrores de la vejez si se le hubiese dicho a la edad de dos años que su deseo más grande es que le guste el mundo, es una pregunta que interesa mucho a los estudiantes del Realismo Estético.

Un niño de dos años quiere gustar del mundo, no importa si recibe un regalo de un tío, o encuentra algo maravilloso en un caramelo, o si tiene un gatito que lo quiere mucho. De todas formas, uno puede pasar toda una vida y no ser capaz de decir, “El mundo existe a mi alrededor; aquí estoy yo, y quiero ver lo que me rodea—esto es, el mundo—de la mejor manera posible, y que me guste tanto como sea posible”. Sólo el Realismo Estético dice que mientras más consciente esté que quiere gustar del mundo, más a gusto se sentirá Ud. El estar consciente de que deseamos gustar del mundo es una forma maravillosa de agradar al inconsciente.

La gran cuestión es si el mundo es un objeto. Si es un objeto, tiene los opuestos, incluyendo los dos grandes: lo Nuevo y lo Viejo. La cosa maravillosa de la realidad es que todo momento es siempre nuevo y siempre viejo. La respuesta a nuestras preocupaciones más profundas está en lo que es la realidad misma.

El Realismo Estético le gustaría que toda persona sintiera que es una espléndida, gloriosa obligación escribir diariamente, tan claramente posible: “Me gustó lo siguiente hoy”—con descripción; “¡No es parte de mí, pero eso me gustó!” El Realismo Estético cree que si las personas menores de 48½, o mayores de esa edad, pudiesen decir orgullosamente, “¡Eso no vino de mí, pero me gustó!”—y lo dicen por escrito tan bien como sea posible—esto tendría un efecto en contra de los terrores comúnmente victoriosos en la vejez.

La ayuda más grande a la gente mayor—y de cierta manera todos somos viejos, porque estamos más cansados de vivir de lo que creemos—la ayuda más grande sería tomar en serio la pregunta: “¿Cómo veo al mundo?” La gente no sabe que existe una pelea inconsciente con el mundo todos los días.   Un niño malcriado puede mostrar esa pelea. Una persona que no consigue ser parte del equipo de fútbol como él esperaba, puede mostrarla. Si uno tiene una gripe fuerte, uno puede mostrarla. El deseo de odiar del mundo, de tenerle desprecio, de descartarlo, es tan constante como el latido del corazón. Por consiguiente, el Realismo Estético dice que todos somos infantes cuando se trata de comprender al mundo y gustarlo. La declaración más grande que puede decirse a una persona mayor es: “El mundo es tan fresco como siempre y, por lo tanto, su percepción del mundo puede ser tan fresca como cualquier otra percepción que haya tenido”. El poder ver algo honestamente es nacer en relación a un objeto. Toda honestidad es nacimiento. La sinceridad es la obstetricia feliz de la realidad.

El mensaje inicial del Realismo Estético es: Si usted quiere fortalecerse, asegúrese que le guste la manera que ve al mundo.   Todos sabemos que podemos detestarlo; y también que podemos sentirnos afortunados e interesados en el mundo. Lo importante es decidir—no importa si nuestra suerte cambia o no—si el mundo tiene belleza; si tiene significado para nosotros.  

La respuesta del Realismo Estético es ya que el mundo, como un poema, o un ejemplo musical, o una pintura, o un árbol, es la unidad de opuestos en todas las formas posibles, el mundo mismo, la causa de toda la belleza (y de toda la fealdad también), es hermoso. Toda la educación tiene como propósito demostrar esto.

Y se debe mencionarse que hay un trío de consultores del Realismo Estético que enseñan con convicción que el propósito de la educación es hacernos gustar del mundo honestamente. Y ese es el propósito cuando vamos al jardín de la infancia. Es el propósito de una persona que ha vivido mucho tiempo, y quiere aún ver el significado de la vida, de su propio ser y del mundo.

Nunca es demasiado temprano, nunca demasiado tarde, nunca el momento incorrecto, para ver al mundo honestamente y para gustarlo honestamente. Entonces, el mensaje del Realismo Estético a todas esas personas que se consideran mayores, y que otros consideran mayores, es este: El mundo espera que usted lo vea de una manera nueva. Algunas personas han visto al mundo en una forma nueva estando enfermos de cama. No queremos ser melodramático, pero no importa si usted está de cama o está de pie o corriendo o trotando, el mundo quiere ser visto de una nueva manera. El Realismo Estético, con la ayuda de los opuestos y la asistencia de todas las artes, describe cual es esta manera.   Nosotros creemos, por tanto, que usted, y toda la gente, tiene la edad correcta para que le guste el Realismo Estético.

Scroll al inicio